Nace en La Guaira (Edo. Vargas) el 10.3.1786
Muere en Nueva York (Estados Unidos) el 13.7.1854
José María Vargas
Muere en Nueva York (Estados Unidos) el 13.7.1854
José María Vargas
Médico cirujano, científico, catedrático y rector de la
Universidad de Caracas, además de político, escritor y presidente de
Venezuela. Hijo de José Antonio de Vargas Machuca y Ana Teresa Ponce. En
1798, ingresó en la Real y Pontificia de Caracas, graduándose de
bachiller en filosofía el 11 de julio de 1803. Obtuvo sus grados de
bachiller, licenciado y doctor en medicina en el año de 1808. Al
terminar sus estudios médicos se traslada a Cumaná, donde vive hasta
1812; lapso en el que se incorporó al Supremo Poder Legislativo de
Cumaná (1811) en el contexto del movimiento independentista venezolano.
Cuando ocurrió el terremoto del 26 de marzo de 1812, Vargas quien se
encontraba en La Guaira prestó destacados servicios como médico y hombre
público a la comunidad de su ciudad natal. Después de su destacada
participación tras los sucesos del terremoto de 1812, Vargas regresó a
Cumaná para dedicarse a sus labores médicas. Al llegar el jefe realista
Juan Francisco Javier Cervériz a Cumaná, redujo a prisión a todos los
que habían formado parte del Poder Legislativo, incluyendo a Vargas
quien fue enviado a las bóvedas de La Guaira donde permaneció hasta
comienzos de 1813 cuando fue liberado. A fines de ese año se embarcó con
destino a Europa, con el propósito de perfeccionar sus conocimientos
médicos y quirúrgicos. En tal sentido, durante este tiempo cursó
estudios de cirugía, química, botánica, anatomía y odontología.
Asimismo, en esta época fue incorporado en Londres como miembro del Real
Colegio de Cirujanos.
De regreso al continente americano en 1819, se
estableció en la isla de Puerto Rico, ya que en este lugar se
encontraban refugiados sus hermanos y su madre, quienes habían huido de
la cruenta guerra de Independencia venezolana. En Puerto Rico desarrolló
una importante labor profesional y científica, escribiendo numerosos
trabajos y colaborando además con la Junta de Sanidad de la isla. En
1825, decidió regresar y establecerse en Venezuela de manera definitiva.
Desde su llegada se dedicó de inmediato al ejercicio de su profesión,
incorporándose además a la Universidad de Caracas como profesor de
Anatomía. En 1827, después de la reorganización de dicha universidad por
el Libertador, fue electo rector, el primer rector médico, como lo
permitían ya los nuevos estatutos. Es a partir de esta época, cuando
Vargas recibe el reconocimiento y el respeto de diversos sectores de la
sociedad caraqueña, debido a su exitosa labor administrativa, gracias a
la cual consiguió poner al día las cuentas de la universidad. Por otra
parte, además de sanear las rentas de la universidad, se dedicó a
reorganizar las diversas facultades, crear nuevas cátedras, a las
reparaciones físicas de los locales, a la organización de bibliotecas, y
a relacionar la universidad con otros planteles. En consecuencia, al
término de su desempeño como rector, la universidad se había convertido
en un modelo de eficacia administrativa y en un prestigioso centro de
estudios.
Como profesor de anatomía, inauguró las disecciones de
cadáveres, procedimiento que era sumamente novedoso para la época, lo
que le confirió extraordinaria reputación como docente. En 1827 fundó la
Sociedad Médica de Caracas, con la cual se comenzaron a practicar
reuniones científicas en el país. Durante este período desarrolló además
una amplia labor de investigación en el área botánica, que le llevó a
establecer relaciones con hombres notables de esta ciencia en el mundo
entero. Como ejemplo de esta circunstancia, tenemos que De Candolle, uno
de los más grandes botánicos de la época, bautizó algunas plantas con
el nombre de Vargasia en homenaje a los trabajos realizados en la
materia por Vargas. En 1829, al ser fundada en Caracas la Sociedad
Económica de Amigos del País, Vargas fue designado su primer director.
Una vez concluido su rectorado, Vargas se dedicó de lleno a la
instrucción, fundando en 1832 la cátedra de Cirugía. Por otra parte,
simultáneamente con sus actividades científicas y educativas, Vargas
tomó parte en las actividades políticas, asistiendo al Congreso
Constituyente de 1830, donde desplegó una gran actividad en las
comisiones de trabajo, en las sesiones plenarias y en muchas
oportunidades salvó su voto al estar en desacuerdo con algunos
planteamientos del Libertador, lo que no obstante, no le impidió ser
nombrado ese mismo año como albacea testamentario de Bolívar.
En 1834, cuando se comienza a hablar de los candidatos
para el período presidencial (1835-1839), su nombre se menciona con gran
insistencia sobretodo en los círculos intelectuales, lo que de alguna
manera expresaba cierta actitud antimilitarista. En otras palabras, para
1835 Venezuela el papel protagónico de la vida política era ejercido
por los jefes militares que habían tomado parte en la Independencia
venezolana y de los otros países bolivarianas. Por tal motivo, ciertos
sectores de la sociedad venezolana que veían con desconfianza a esta
multitud de hombres que tenían lógicas ambiciones políticas y de poder,
trataron de reforzar el poder civil mediante la prestigiosa figura de
José María Vargas. En este sentido, la opinión pública caraqueña y
nacional, comenzaron a presionar sistemáticamente a un reticente Vargas
para que aceptara la primera magistratura, a lo que accedió finalmente.
Fue electo presidente en las elecciones de 1834, voto ratificado por el
Congreso el 6 de febrero de 1835 y se encargó de la presidencia el día
9. Posteriormente el 8 de julio de 1835 estalló la llamada Revolución de
las Reformas que lo depuso del cargo y lo envió exiliado a Saint
Thomas. Sin embargo, al poco tiempo fue restituido en la primera
magistratura, luego que José Antonio Páez al mando del ejército
constitucional derrotara a los rebeldes. Vargas continuó como Presidente
de la República hasta abril de 1836, fecha en la que renunció
irrevocablemente a dicho cargo.
Después de su experiencia como primer magistrado, se
dedicó durante el resto de su vida exclusivamente a la educación.
Durante esta etapa de su existencia, asumió la presidencia de la
Dirección general de Instrucción Pública, la cual ejercerá desde 1839
hasta 1852. Asimismo, continuó dando en la Universidad sus clases de
anatomía y cirugía, fundando además en 1842 la cátedra de Química.
Presidió también la comisión encargada de exhumar en Santa Marta los
restos del Libertador y conducirlos a la Patria, misión que fue
completada en diciembre de 1842. En agosto de 1853, sintiéndose enfermó
viajó a Estados Unidos, donde residió primero en Filadelfia y luego en
Nueva York donde finalmente murió el 13 de julio del año siguiente. En
1877, sus cenizas fueron traídas a Caracas y sepultadas en el Panteón
Nacional el 27 de abril de ese mismo año.
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